Martín Garrido es cofundador del startup eAgora, emprendedor social y speaker en charlas TED. En esta entrevista nos habla del compromiso de su aplicación con el despliegue de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y de cómo eAgora ha pasado de ser una microempresa a su internacionalización.
¿Cómo nace la idea de crear eAgora?
Surge de un problema que tiene la administración pública, que es la mala experiencia del usuario provocada por una mala digitalización. Por este motivo, a menudo se detecta una baja participación en cuestiones de interés público, lo cual es especialmente preocupante si pensamos en retos globales,
como la Agenda 20/30 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), puesto que
sin la implicación de la ciudadanía y las entidades no se pueden lograr.
Son muchos los consistorios que cuentan con un gran número de aplicaciones, cada una para una función en concreto. Esta diversificación no es positiva y se suma al hecho que las personas tenemos una
media de 40 aplicaciones a nuestros teléfonos. Así pues, la Administración tiene que competir por la atención de los usuarios con plataformas tan potentes como WhatsApp, TikTok o Instagram. En este contexto de descentralización de la información surge eAgora, una plataforma que puede servir para conectar la Administración pública con la ciudadanía.
eAgora permite votar, participar, reportar problemas detectados a la vía publica, comprar entradas, disponer de una agenda local o integrar las soluciones de smarts cities que ya empiezan a llegar a nuestras ciudades, entre otras cuestiones. ¿Es la unificación de todas las funcionalidades en una sola app una de las claves de su éxito?
Nuestra aplicación ofrece todo tipo de soluciones que permiten la interacción con aquello público y es el que nos hace diferentes. Una de nuestras funcionalidades es favorecer que la comunicación de los ayuntamientos sea más ordenada. Por ejemplo, si se difunde información relativa a las becas comedor solo se hace llegar a los padres y madres que tienen hijos en edad escolar. Además, proponemos otras soluciones que faciliten el día a día de los ciudadanos, como la posibilidad de acceder a una agenda
compartida o de poder comprar entradas para ver una obra de teatro. También abordamos retos más complejos como, por ejemplo, todas aquellas funcionalidades relacionadas con las smart cities, algunas de las cuales pueden ser realmente útiles.
En eAgora trabajáis también para facilitar el despliegue de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. ¿Cómo conseguís este objetivo?
Contribuimos al despliegue de la Agenda 2030 mesurando el impacto que tienen las actividades que se realizan desde los consistorios y entidades en los 0DS.
Es habitual que los municipios dispongan de indicadores generales que ofrecen una radiografía del pasado. Por ejemplo, cuentan con la información de la INE que los permite saber cómo se está progresando en cuanto al número de carriles bici de la ciudad. Aun así, la administración municipal no tiene capacidad de
generar información y, por lo tanto, puede tener dificultades para planificar políticas públicas y comprobar en tiempo real o a corto plazo como están evolucionando estas. La inteligencia artificial de que disponemos nos permite resolver esta carencia proporcionando una visión más amplia. Por otro lado, funcionamos también como un canal para poder captar entidades o personas que estén dispuestas a contribuir a hacer realidad los retos de la Agenda 20/30.
¿Qué de las soluciones que proponéis son las más demandadas por parte de los municipios?
Los municipios que están en un estadio más avanzado en relación con el uso de la aplicación, a menudo quieren hacer participaciones segmentadas. Por ejemplo, si el consistorio está pensando a plantar árboles en un lugar determinado, tiene sentido que se haga una consulta solo a aquellas personas que viven en las calles afectados. De este modo, es probable que haya un nivel de participación más alto, puesto que la acción tiene un impacto directo sobre las personas que voten. Por otro lado, los municipios que están en un estadio más inicial en cuanto al uso de la aplicación piden funcionalidades más sencillas, como fomentar la participación o dar a conocer que harán un corte de luz. Hay mucha asimetría y el que intentamos es
escuchar por cocrear con el cliente.
¿Cuántos Ayuntamientos de Cataluña están en uso de la aplicación actualmente?
Me gustaría destacar que con la adquisición de eBando hemos hecho un salto muy grande en cuanto al número de clientes. Actualmente, tenemos más de 420 municipios que utilizan nuestros servicios, más del 50% de los cuales son de Cataluña. La implementación que tenemos en este territorio es muy alta. Por ejemplo, en Lleida más del 90% de municipios son clientes de eAgora. A nivel español, somos presentes en
24 provincias y, actualmente, estamos avanzando hacia la internacionalización.
En un momento en que muchas empresas tienen dificultades para encontrar personal, eAgora está experimentando un importante crecimiento en cuanto al número de trabajadores. Nos consta que habéis llegado a contratar una media de tres personas en el mes. ¿Nos puedes corroborar este dato?
Este hecho se dio durante 3 meses a inicios de este año, pero es probable que no continuemos creciendo a este ritmo porque sería muy complicado de gestionar. En diciembre del año 2021 a eAgora solo trabajábamos los tres cofundadores. Actualmente somos 13 personas y en los próximos meses habrá dos incorporaciones más. Es un reto pasar, en tan poco tiempo, de ser tres cofundadores, que trabajábamos noche y día en el proyecto porque lo teníamos que hacer todo solo, a gestionar un equipo de 13 integrantes.
¿Qué retos tiene que afrontar el proyecto de eAgora a corto y mediano plazo?
Hemos pasado la fase de validar que tiene cualquier start-up y ahora el principal reto que tenemos por delante es escalar. En la primera fase tienes que demostrar atracción, que el producto funciona y que puedes generar clientes, además de justificar la facturación. Después se trata de hacer grande la empresa, lo cual comporta muchos procesos de automatización y es un desafío muy grande. También tenemos un reto de internacionalización. En nuestro caso y por nuestras características, no podemos contratar
personas de diferentes partes del mundo, lo tenemos que hacer desde aquí, buscando partners locales y entendiendo como funciona el mercado.
Somos una pequeña empresa con un equipo muy joven y estamos creando un concepto que no existe. Puede ir muy bien o muy mal. Asumimos este riesgo día a día.